¿Sabes qué tienen en común todas estás fotografías? Todas están tomadas en competiciones que son parte del blanqueamiento deportivo o sportwashing. El sportwashing es el acto de un gobierno o entidad utilizando el deporte, ya sea albergando eventos deportivos o patrocinando equipos, para mejorar su imagen y distraer la atención de problemas más serios. En esencia, se trata de blanquear una reputación a través del deporte. Son muchos los ejemplos que estamos observando en nuestro día a día.

Catar y la Copa del Mundo de la FIFA.

Catar se ha ganado la atención mundial al ser seleccionada como sede de la Copa del Mundo de la FIFA 2022. Sin embargo, las preocupaciones sobre los derechos humanos y las condiciones laborales han planteado preguntas sobre la ética detrás de esta elección.

Arabia Saudita y la Fórmula 1.

Arabia Saudita ha estado invirtiendo en deportes de motor, incluyendo la organización de Grandes Premios de Fórmula 1. A pesar de los esfuerzos por mostrar una imagen moderna y abierta, los cuestionamientos sobre los derechos humanos en el país persisten.

China y los Juegos Olímpicos de Invierno 2022.

Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 generaron controversia debido a las acusaciones de abusos en los derechos humanos y restricciones a la libertad de expresión en China. Esto ha llevado a un debate sobre la ética de la participación en un evento organizado por un país con un historial cuestionable.

El sportwashing es un recordatorio de que el deporte es mucho más que una competición en el campo. También es una plataforma que puede ser utilizada para fines políticos y de relaciones públicas. Es importante que seamos conscientes de estas dinámicas y exijamos la transparencia y la ética en la relación entre el deporte y la política.

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